Colóquese de pie con los brazos a los lados.
Sosteniendo una correa o una toalla en una mano, levante este brazo recto con el codo cerca de la oreja.
Baje la mano por la parte trasera de el cuello y alcáncela por la espalda hasta donde pueda.
Deje que la correa cuelgue por su espalda.
Con el otro brazo, alcance la parte baja de la espalda y deslice la mano por la columna vertebral alcanzando la correa.
Suba esta mano por la correa, con el objetivo de juntar las manos.
Acerque los hombros entre sí y mueva los codos hacia atrás hasta el punto máximo en el que pueda hacerlo cómodamente.
Mantenga esta posición.