Siéntese derecho con los pies en el suelo.
Incline la cabeza ligeramente hacia adelante y coloque su dedo índice justo debajo de su pómulo.
Localice un punto sensible en el músculo que reproduzca sus quejas habituales de dolor.
Aplique una presión firme a este punto sensible, mientras mantiene su mandíbula relajada.
Mantenga esta presión durante el tiempo indicado.
Realice este ejercicio en el lado afectado según las instrucciones de su médico.