Acuéstese de espaldas con las piernas elevadas en una silla o cama.
Sus caderas deben estar a 90 grados, al igual que las rodillas.
Asegúrese de que la cabeza esté bien apoyada para que pueda relajarse en esta posición.
Ponga las manos sobre el abdomen, a ambos lados del ombligo.
En este ejercicio se debe concentrar en su respiración y el movimiento diafragmático.
Inspire.
Imagine que el aire se llena hasta la base de sus pulmones y alrededor de la parte posterior de su caja torácica.
A medida que inspira, debe sentir que su vientre se eleva hacia sus manos.
Exhale.
Imagine que el aire es empujado desde la base y la parte posterior de sus pulmones hacia arriba y finalmente sale de su boca.
Mientras exhala, debería sentir que su vientre se relaja de nuevo.
Continúe con este movimiento, enfocándose en su vientre elevándose mientras inspira y relajándose de nuevo hacia abajo mientras exhala.
No permita que la parte inferior de sus costillas o su espalda se mueva hacia arriba mientras inhala.
